En el ámbito del derecho civil, la acción reivindicatoria es un mecanismo jurídico que permite a un propietario recuperar la posesión de un bien que se encuentra en manos de un tercero que carece de un derecho legítimo sobre él. Se trata de una acción real y petitoria, basada en el derecho de dominio del titular y su prerrogativa de disponer de la cosa.
La acción reivindicatoria se sustenta en el principio de que la propiedad otorga no solo el derecho a usar y disponer de un bien, sino también a recuperarlo de quien lo posee sin derecho legítimo. Para su procedencia, deben cumplirse los siguientes elementos:
1. El actor debe acreditar su derecho de propiedad.
• Es indispensable presentar título suficiente que demuestre la legítima titularidad sobre el bien.
2. El demandado debe estar en posesión de la cosa sin justificación legal.
• Si el poseedor cuenta con un derecho legítimo (por ejemplo, un contrato de arrendamiento o comodato vigente), la acción no procede.
3. El bien debe ser identificable y singularizable.
• No es viable reivindicar bienes genéricos o fungibles, sino únicamente aquellos que puedan individualizarse de manera precisa.
4. La posesión de la cosa debe subsistir al momento de la demanda.
• Si el bien ya no está en poder del demandado, la acción se torna ineficaz y solo quedará la posibilidad de exigir el resarcimiento de daños y perjuicios.
La acción reivindicatoria es una herramienta legal fundamental para la defensa de los derechos de propiedad. Su ejercicio requiere prueba plena del dominio, así como un análisis estratégico para garantizar su viabilidad procesal. En Blanco & Encinas, Consultoría Jurídica, contamos con la experiencia necesaria para asesorarle y ejercer los mecanismos legales idóneos en la recuperación de bienes.
